Trauma en el trabajo: por qué es clave hablar de ello en tu organización

El trauma no es un tema exclusivo de la psicoterapia.

También se manifiesta —y se silencia— en los pasillos de oficinas, en cadenas de producción o en reuniones por Zoom.

Aunque muchas organizaciones ya han incorporado la conversación sobre salud mental, pocas se atreven a mirar de frente cómo el trauma impacta en la forma en que lideramos, trabajamos y nos vinculamos.

Hablar de trauma en el trabajo no es una moda ni un gesto “blando”: es una cuestión de sostenibilidad social, de rendimiento sostenible y de cuidado estratégico.

En este artículo exploraremos qué es el trauma en el contexto laboral, qué consecuencias tiene ignorarlo y cómo empezar a integrar un enfoque trauma-informed que transforme de verdad la cultura organizacional.


📌 ¿Qué es el trauma en el contexto laboral?

El trauma no desaparece al fichar.

No se queda en casa cuando encendemos el ordenador ni se aparca en la puerta de la oficina. A menudo se manifiesta en:

  • Hipervigilancia constante.
  • Miedo a equivocarse o a ser cuestionado.
  • Dificultad para poner límites.
  • Disociación emocional ante conflictos.
  • Hiperproductividad como forma de demostrar valía.

Estas reacciones no son “defectos” de carácter. Son respuestas adaptativas del sistema nervioso que, en entornos no preparados, se cronifican y se vuelven parte del día a día.


🌿 Trauma relacional y sistema nervioso

La Teoría Polivagal nos recuerda que el sistema nervioso está diseñado para buscar seguridad y conexión.

Cuando vivimos experiencias adversas, esa regulación se ve alterada y el cuerpo aprende a moverse en patrones de defensa: lucha, huida, congelación o complacencia extrema.

En un entorno laboral, esto puede traducirse en:

  • Evitación de reuniones o conversaciones difíciles.
  • Colapso y agotamiento ante cargas altas de trabajo.
  • Rendimiento basado en la amenaza (“si fallo, hay consecuencias”).
  • Incapacidad para desconectar incluso fuera del horario laboral.

⚠️ ¿Qué consecuencias tiene ignorar el trauma en el trabajo?

No hablar del trauma no lo hace desaparecer. De hecho, lo perpetúa.

  • Culturas que cronifican el estrés. Se normaliza trabajar en tensión constante como “lo que toca”.
  • Liderazgos basados en el control. La falta de confianza genera microgestión y decisiones reactivas.
  • Equipos que no sostienen la diferencia o el conflicto. Las discrepancias se ven como amenazas, no como oportunidades.
  • Alta rotación y burnout. Las personas se marchan no solo por salario, sino por supervivencia emocional.

💡 ¿Qué implica un enfoque trauma-informed en la empresa?

Adoptar un enfoque trauma-informed no significa convertir la empresa en una sala de terapia.

Significa crear condiciones para que las personas trabajen desde seguridad y conexión, no desde la amenaza.

  1. Seguridad psicológica real. Espacios donde se pueda expresar lo que no funciona sin miedo a represalias o invalidaciones.
  2. Corregulación como competencia organizacional. No basta con pedir “autorregulación”: los entornos saludables promueven ritmos humanos, comunicación empática y descanso real.
  3. Cultura que no premia el aguante. El rendimiento sostenible solo es posible desde la conexión, no desde la tensión crónica.

🛠 3 claves para empezar a trabajar desde un enfoque trauma-informed

  1. Formación básica en trauma y sistema nervioso. Que líderes y equipos entiendan qué es el trauma, cómo se manifiesta y qué señales observar.
  2. Evaluar la regulación emocional en el entorno laboral. Más allá del clima laboral clásico: incluir indicadores sobre ritmo, comunicación y capacidad de pausa.
  3. Diseñar estrategias de sostenibilidad emocional. Integrar políticas y prácticas que mantengan a las personas reguladas: pausas activas, revisión de cargas y espacios de escucha.

🌱 Cuidar también es estrategia

El trauma puede parecer intangible, pero sus efectos son profundamente estructurales.

Ignorarlo no solo afecta al bienestar individual, sino también a la capacidad de la organización para innovar, retener talento y sostener resultados en el tiempo.

Invertir en entornos de trabajo que no solo se digan saludables, sino que lo sean en lo profundo, no es un lujo.

Es una apuesta por la sostenibilidad real de cualquier proyecto humano.


¿Te interesa explorar si tu organización es emocionalmente sostenible?

Suscríbete a mi newsletter Liarte al cambio para recibir reflexiones y herramientas prácticas cada semana.

Por Nerea Liarte

🎓 Psicóloga | Comunicación en Sostenibilidad & ESG

🌐 Creadora de “Cuidar también es estrategia