Lo que el cuerpo me enseñó este mes

Junio me enseñó que, cuando escucho el cuerpo, se ordenan cosas que la mente aún no ha entendido.
Que a veces basta un gesto mínimo —una ducha consciente, un movimiento intuitivo, una mañana sin prisa— para recordarme quién soy y qué necesito.

Este mes no ha sido perfecto.
Solo logré escribir páginas matutinas un día.
Me costó sostener algunos rituales.
Y, sin embargo, algo se alineó.

🌿 Encendí velas.
🔥 Me moví desde la rabia, esa que aparece cuando lo estructural falla y los derechos de quienes sostienen lo invisible se vulneran.
💧Convertí la ducha en refugio (incienso, agua, piel).
🍓Compartí un desayuno delicioso con una amiga que me recordó que la belleza está en lo cotidiano.
👩‍👧‍👦 Y, sobre todo, estuve presente para mi familia. Eso también es estrategia.

Todo esto no ha sido solo autocuidado.
Ha sido una forma de estar más presente en el cuerpo, en las relaciones y en el tiempo que habito.

No fue este proceso el que me dio la idea que compartiré el martes que viene.
Pero sí me dio el lugar interno desde el que quiero ofrecerla.

Porque hay propuestas que se piensan.
Y otras que se eligen por lo que significan en el contexto, en la estación, en el momento vital.

🌀 El 1 de julio publicaré mi tercera propuesta ESG.
Aún no revelo la empresa, pero puedo decirte que tiene todo que ver con este punto del año… y con cómo quiero seguir caminándolo.

Gracias por estar al otro lado.
Te leo, si quieres compartirme qué te dejó junio a ti.


Cuidar también es estrategia.