Autor: Nerea Liarte

  • Del bienestar cosmético a intervenciones reales: hacia una sostenibilidad social en el trabajo

    Del bienestar cosmético a intervenciones reales: hacia una sostenibilidad social en el trabajo

    En los últimos años hemos visto cómo las empresas multiplican sus iniciativas de bienestar: clases de yoga en la oficina, afterworks, buzones de sugerencias o charlas sobre motivación. Son acciones que, aunque bien intencionadas, muchas veces se quedan en lo superficial.

    A este fenómeno lo llamo bienestar cosmético: iniciativas que pintan de verde o de humano la fachada, pero no tocan la raíz de la cultura organizacional. El resultado es que los equipos sienten que se “pone maquillaje” al malestar, mientras lo estructural sigue igual.

    El problema no es el yoga ni el afterwork. El problema es cuando se convierten en la única respuesta, en lugar de acompañar cambios más profundos.


    Qué entendemos por bienestar cosmético

    El bienestar cosmético aparece cuando:

    • Se promueven pausas, pero se mantiene una cultura de urgencia crónica.
    • Se ofrecen charlas sobre autocuidado, pero no hay espacios reales de descanso.
    • Se habla de conciliación, pero los horarios siguen siendo imposibles.

    Estas acciones puntuales no transforman. A menudo generan incluso frustración, porque las personas perciben la desconexión entre lo que se comunica y lo que se vive en el día a día.


    Por qué necesitamos intervenciones reales

    El cuidado organizacional no puede quedarse en gestos aislados. Necesitamos intervenciones reales que cambien las dinámicas cotidianas de los equipos.

    Aquí es donde entra mi enfoque: integrar el cuerpo, la sostenibilidad social y la teoría polivagal en la estrategia. Porque el cuerpo es un termómetro muy preciso de la cultura en la que trabajamos:

    • Cuando los equipos viven en hiperalerta, se normalizan la urgencia crónica y el agotamiento.
    • Cuando hay colapso, aparecen la apatía, la desconexión y el cinismo.
    • Cuando se logra un estado de seguridad y regulación compartida, florecen la confianza, la creatividad y la cooperación.

    No se trata de grandes cambios de un día para otro. Se trata de microintervenciones que sostienen:

    • Un check-in de dos minutos al inicio de una reunión.
    • Convertir los 60 minutos de reunión en 45 + 5 de pausa real.
    • Cambiar la forma de dar feedback: no solo tarea, también emoción y propuesta.

    Estos gestos, repetidos en el tiempo, son los que transforman de verdad la cultura.


    Hacia una sostenibilidad social en el trabajo

    Cuando hablo de sostenibilidad social me refiero a crear culturas laborales que sostengan a las personas tanto como a los resultados. Igual que medimos impacto ambiental, necesitamos medir y cultivar el impacto humano.

    La sostenibilidad no puede ser solo verde: tiene que ser también social.

    Porque ningún proyecto es sostenible si las personas que lo sostienen están agotadas, desconectadas o invisibilizadas.


    Conclusión

    El bienestar cosmético maquilla.

    Las intervenciones reales transforman.

    Y lo que necesitamos ahora mismo en nuestras organizaciones no son más parches, sino estrategias que integren cuidado, cuerpo y sostenibilidad social en lo cotidiano.

    🌱 Para dar ese primer paso he creado una mini-guía gratuitaCulturas que cuidan: 3 claves para empezar.

    Un recurso práctico con gestos sencillos para empezar a cambiar dinámicas en tu equipo.

    📩 Puedes descargarla gratis aquí.


    Con cuidado y con estrategia,

    Nerea Liarte

    🌀 Cuidar también es estrategia

    🎓 Psicóloga | Comunicación en Sostenibilidad & ESG

  • Por qué pauso “Mi propuesta ESG” para enfocarme en mi propósito

    Por qué pauso “Mi propuesta ESG” para enfocarme en mi propósito

    Durante los últimos meses he estado compartiendo en este blog y en LinkedIn una serie muy especial para mí: Mi propuesta ESG para….

    He analizado cómo distintas empresas integran (o podrían integrar mejor) la sostenibilidad en su estrategia: desde el medio ambiente hasta lo social y la gobernanza.

    La experiencia ha sido valiosa.

    Me ha permitido entrenar la mirada crítica, profundizar en buenas prácticas del sector y abrir conversaciones preciosas con personas que, como yo, creen que otra forma de hacer empresa es posible.

    Pero hoy siento que necesito hacer una pausa.


    🌱 El sentido de una pausa consciente

    La sostenibilidad también tiene que ver con saber medir la energía que ponemos en cada cosa.

    Y lo cierto es que mi foco necesita volver a lo que me mueve de forma más profunda: mi propósito.

    Ese propósito es el corazón de Cuidar también es estrategia:

    • Transformar culturas laborales desde el cuidado.
    • Introducir la mirada del cuerpo y el sistema nervioso en entornos de trabajo.
    • Defender que la sostenibilidad social no es un añadido, sino la base que sostiene todo lo demás.

    Pausar esta serie no es un final, sino un giro. Un respiro para volver a enraizar mis palabras en lo que siento más mío.


    🌍 ESG: una herramienta valiosa, pero no suficiente

    El marco ESG (Environmental, Social and Governance) ha sido clave para avanzar en sostenibilidad en los últimos años.

    Gracias a él, muchas empresas se han visto obligadas a rendir cuentas en temas ambientales y de gobernanza.

    Pero creo que también se ha quedado corto en algo fundamental: las personas que sostienen esas organizaciones.

    Cuando hablamos de ESG, a menudo lo social se diluye en políticas de diversidad o proyectos puntuales.

    Lo que yo defiendo es que la sostenibilidad social necesita un lugar central:

    • Seguridad psicológica.
    • Regulación emocional en equipos.
    • Culturas que no premien el aguante, sino la salud y el cuidado.

    Eso es lo que quiero seguir explorando aquí, en este blog.


    🤝 Hacia dónde quiero caminar

    Este espacio será, a partir de ahora, un lugar para:

    • Compartir herramientas prácticas para crear culturas laborales más humanas.
    • Divulgar sobre trauma, teoría polivagal y sostenibilidad social aplicados al trabajo.
    • Ofrecer reflexiones que inviten a repensar qué significa cuidar en contextos organizacionales.

    Seguiré hablando de sostenibilidad, pero desde un ángulo distinto: más encarnado, más humano, más conectado con la experiencia real de las personas.

    Porque cuidar también es estrategia.

    Y porque creo firmemente que el futuro del trabajo necesita menos métricas cosméticas y más culturas que sostengan de verdad.


    🌟 Conclusión

    Esta pausa en la serie Mi propuesta ESG para… no es un adiós.

    Quizá en el futuro vuelva con nuevas entregas, cuando sienta que es el momento adecuado.

    Hoy, en cambio, quiero abrir un nuevo ciclo de escritura y de conversación en torno a lo que me apasiona: cómo el cuidado puede transformar la forma en que trabajamos, lideramos y habitamos las organizaciones.

    💬 Y me encantaría saber:

    ¿Qué temas sobre cuidado, trabajo y sostenibilidad social te gustaría que exploremos en este espacio en los próximos meses?


    💡 Esta semana os anuncio un regalo en mi newsletter Liarte al cambio.

    👉 Puedes suscribirte en LinkedIn para recibirla cada jueves.


    Con cuidado y con estrategia,

    Nerea Liarte

    🌀 Cuidar también es estrategia

    🎓 Psicóloga | Comunicación en Sostenibilidad & ESG

  • 4 claves para identificar si el estrés en tu empresa es estructural.

    4 claves para identificar si el estrés en tu empresa es estructural.

    Cada vez escuchamos más frases como:

    “Es normal estar estresada en esta época del año.”

    “Todos vivimos con presión en el trabajo.”

    “Lo raro sería no sentir ansiedad.”

    El problema es que hemos normalizado lo que, en realidad, es estructural.

    El estrés no es simplemente un estado individual: es un síntoma que habla de cómo está organizada la cultura laboral.


    🌱 ¿Qué pasa cuando vemos el estrés como un problema individual?

    En muchos entornos de trabajo, el estrés se aborda como si fuera una cuestión personal:

    • “Necesitas aprender a gestionar mejor tu tiempo.”
    • “Deberías hacer más deporte.”
    • “Te falta resiliencia.”

    El mensaje implícito es claro: si no puedes con la presión, el problema eres tú.

    Este enfoque genera varias consecuencias:

    • Culpa individual: la persona siente que fracasa por no estar “a la altura”.
    • Medicalización: el estrés se traduce en bajas o en pastillas, sin tocar la raíz.
    • Aislamiento: se evita hablar abiertamente por miedo a ser visto como “débil”.

    En definitiva, se trata de un modelo centrado en la persona, pero que olvida el contexto en el que esa persona trabaja.


    ⚠️ ¿Qué pasa cuando entendemos el estrés como estructural?

    Cuando damos un paso atrás y lo miramos como fenómeno cultural, el panorama cambia.

    El estrés deja de ser un fallo individual para convertirse en un síntoma colectivo.

    Algunas señales de estrés estructural en una organización:

    • Reuniones interminables sin pausas ni objetivos claros.
    • Liderazgos que confunden control con compromiso.
    • Ritmos de trabajo que penalizan el descanso.
    • La idea de que “siempre se puede hacer más”.

    Aquí no hablamos de personas que “no saben gestionar el tiempo”, sino de culturas que gestionan mal los ritmos humanos.

    El resultado:

    • Menor retención de talento.
    • Clima de desconfianza y desconexión.
    • Innovación bloqueada (porque el miedo pesa más que la creatividad).
    • Burnout como parte del día a día.

    🔍 Claves para identificar si el estrés en tu empresa es estructural.

    No siempre es fácil diferenciar lo individual de lo organizacional.

    Estas preguntas pueden ayudarte a mirar con otros ojos:

    1. Ritmo de trabajo → ¿hay espacio para la pausa o se penaliza parar?
    2. Liderazgo → ¿se gestiona desde la confianza o desde el control?
    3. Seguridad psicológica → ¿se pueden expresar errores o dificultades sin miedo a represalias?
    4. Cultura de pertenencia → ¿las personas sienten que forman parte de algo que también las cuida?

    Si la mayoría de las respuestas son negativas, lo más probable es que el estrés no sea individual, sino estructural.


    🌿 ¿Por qué importa este cambio de mirada?

    Porque cuando el estrés se entiende como estructural, la responsabilidad también cambia.

    Ya no recae únicamente en la persona, sino en la organización en su conjunto.

    Esto abre la puerta a:

    • Rediseñar ritmos y cargas de trabajo.
    • Formar a líderes en regulación emocional y comunicación empática.
    • Promover espacios de corrección sin amenaza.
    • Medir la sostenibilidad emocional con la misma seriedad que otros indicadores ESG.

    🌐 Estrés como síntoma, no como normalidad.

    El estrés puede ser una señal útil: nos muestra que hay algo en la estructura que necesita cambiar.

    El problema es cuando lo normalizamos hasta hacerlo invisible.

    🌱 Porque normalizar el estrés es perpetuarlo.

    Y reconocerlo como estructural es el primer paso para transformarlo en una cultura más humana, sostenible y segura.


    💡 Esta semana seguimos explorando este tema en mi newsletter Liarte al cambio, donde compartiré cómo empezar a transformar desde el cuerpo y la estrategia.

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    Con cuidado y con estrategia,

    Nerea Liarte

    🌀 Cuidar también es estrategia

    🎓 Psicóloga | Comunicación en Sostenibilidad & ESG

  • Trauma en el trabajo: por qué es clave hablar de ello en tu organización

    Trauma en el trabajo: por qué es clave hablar de ello en tu organización

    El trauma no es un tema exclusivo de la psicoterapia.

    También se manifiesta —y se silencia— en los pasillos de oficinas, en cadenas de producción o en reuniones por Zoom.

    Aunque muchas organizaciones ya han incorporado la conversación sobre salud mental, pocas se atreven a mirar de frente cómo el trauma impacta en la forma en que lideramos, trabajamos y nos vinculamos.

    Hablar de trauma en el trabajo no es una moda ni un gesto “blando”: es una cuestión de sostenibilidad social, de rendimiento sostenible y de cuidado estratégico.

    En este artículo exploraremos qué es el trauma en el contexto laboral, qué consecuencias tiene ignorarlo y cómo empezar a integrar un enfoque trauma-informed que transforme de verdad la cultura organizacional.


    📌 ¿Qué es el trauma en el contexto laboral?

    El trauma no desaparece al fichar.

    No se queda en casa cuando encendemos el ordenador ni se aparca en la puerta de la oficina. A menudo se manifiesta en:

    • Hipervigilancia constante.
    • Miedo a equivocarse o a ser cuestionado.
    • Dificultad para poner límites.
    • Disociación emocional ante conflictos.
    • Hiperproductividad como forma de demostrar valía.

    Estas reacciones no son “defectos” de carácter. Son respuestas adaptativas del sistema nervioso que, en entornos no preparados, se cronifican y se vuelven parte del día a día.


    🌿 Trauma relacional y sistema nervioso

    La Teoría Polivagal nos recuerda que el sistema nervioso está diseñado para buscar seguridad y conexión.

    Cuando vivimos experiencias adversas, esa regulación se ve alterada y el cuerpo aprende a moverse en patrones de defensa: lucha, huida, congelación o complacencia extrema.

    En un entorno laboral, esto puede traducirse en:

    • Evitación de reuniones o conversaciones difíciles.
    • Colapso y agotamiento ante cargas altas de trabajo.
    • Rendimiento basado en la amenaza (“si fallo, hay consecuencias”).
    • Incapacidad para desconectar incluso fuera del horario laboral.

    ⚠️ ¿Qué consecuencias tiene ignorar el trauma en el trabajo?

    No hablar del trauma no lo hace desaparecer. De hecho, lo perpetúa.

    • Culturas que cronifican el estrés. Se normaliza trabajar en tensión constante como “lo que toca”.
    • Liderazgos basados en el control. La falta de confianza genera microgestión y decisiones reactivas.
    • Equipos que no sostienen la diferencia o el conflicto. Las discrepancias se ven como amenazas, no como oportunidades.
    • Alta rotación y burnout. Las personas se marchan no solo por salario, sino por supervivencia emocional.

    💡 ¿Qué implica un enfoque trauma-informed en la empresa?

    Adoptar un enfoque trauma-informed no significa convertir la empresa en una sala de terapia.

    Significa crear condiciones para que las personas trabajen desde seguridad y conexión, no desde la amenaza.

    1. Seguridad psicológica real. Espacios donde se pueda expresar lo que no funciona sin miedo a represalias o invalidaciones.
    2. Corregulación como competencia organizacional. No basta con pedir “autorregulación”: los entornos saludables promueven ritmos humanos, comunicación empática y descanso real.
    3. Cultura que no premia el aguante. El rendimiento sostenible solo es posible desde la conexión, no desde la tensión crónica.

    🛠 3 claves para empezar a trabajar desde un enfoque trauma-informed

    1. Formación básica en trauma y sistema nervioso. Que líderes y equipos entiendan qué es el trauma, cómo se manifiesta y qué señales observar.
    2. Evaluar la regulación emocional en el entorno laboral. Más allá del clima laboral clásico: incluir indicadores sobre ritmo, comunicación y capacidad de pausa.
    3. Diseñar estrategias de sostenibilidad emocional. Integrar políticas y prácticas que mantengan a las personas reguladas: pausas activas, revisión de cargas y espacios de escucha.

    🌱 Cuidar también es estrategia

    El trauma puede parecer intangible, pero sus efectos son profundamente estructurales.

    Ignorarlo no solo afecta al bienestar individual, sino también a la capacidad de la organización para innovar, retener talento y sostener resultados en el tiempo.

    Invertir en entornos de trabajo que no solo se digan saludables, sino que lo sean en lo profundo, no es un lujo.

    Es una apuesta por la sostenibilidad real de cualquier proyecto humano.


    ¿Te interesa explorar si tu organización es emocionalmente sostenible?

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    Por Nerea Liarte

    🎓 Psicóloga | Comunicación en Sostenibilidad & ESG

    🌐 Creadora de “Cuidar también es estrategia

  • 5 prácticas para una reincorporación más suave: cómo reconectar con tu cuerpo antes de volver al trabajo

    5 prácticas para una reincorporación más suave: cómo reconectar con tu cuerpo antes de volver al trabajo

    El final del verano suele venir acompañado de dos sensaciones contradictorias:

    la ilusión por nuevos proyectos… y la tensión de volver a la rutina.

    En medio de esa transición, el cuerpo puede convertirse en nuestro mejor aliado… o en el gran olvidado.

    Escucharlo y cuidarlo antes de la reincorporación laboral no es un lujo: es una estrategia para reducir estrés, mejorar el enfoque y preservar nuestra energía.

    En este artículo encontrarás 5 prácticas sencillas y efectivas para reconectar con tu cuerpo antes de volver al trabajo, y así hacer que el cambio sea más suave y sostenible.


    Por qué el cuerpo importa (también en lo laboral)

    Tendemos a pensar que la preparación para la vuelta al trabajo es una cuestión de planificación: revisar la agenda, organizar tareas, ponerse al día con los correos…

    Todo eso es importante, pero si dejamos al cuerpo fuera de la ecuación, es fácil que aparezcan:

    • Fatiga acumulada en los primeros días.
    • Sensación de ir “a contracorriente”.
    • Estrés que se instala antes incluso de empezar.
    • Desconexión emocional del equipo y de la propia tarea.

    El problema no es solo físico: cuando nuestro cuerpo está en modo supervivencia, nuestra capacidad para tomar decisiones, resolver problemas y relacionarnos de forma saludable se reduce. Esto es clave en cualquier contexto laboral, y especialmente relevante si buscamos organizaciones más humanas y sostenibles.

    Un enfoque embodied (centrado en habitar el cuerpo) nos ayuda a adaptarnos mejor a los cambios y a sostener el ritmo de forma saludable. No se trata de añadir “otra tarea” a la lista, sino de cambiar la forma en que vivimos lo que ya hacemos.


    5 prácticas de autocuidado embodied para antes de la vuelta al trabajo

    1️⃣ Respira con los pies en el suelo.

    Siéntate en una postura cómoda, apoya bien ambos pies y haz 3 inhalaciones profundas sintiendo el contacto con el suelo.

    Este gesto sencillo ancla la atención en el presente y ayuda a calmar el sistema nervioso, reduciendo la sensación de aceleración típica de la vuelta.

    2️⃣ Chequeo de tensión.

    Elige una parte de tu cuerpo donde sientas tensión (cuello, hombros, mandíbula…) y dedica un minuto a moverla suavemente.

    Puedes hacerlo en cualquier momento del día. Al liberar tensión, recuperas movilidad y envías al cuerpo la señal de que es seguro relajarse.

    3️⃣ Pausa de 30 segundos.

    Cada dos horas, detente. Cierra los ojos y nota tres sensaciones físicas distintas (temperatura, contacto, latido…).

    Esta práctica de atención plena ayuda a detectar cuándo el cuerpo empieza a entrar en estrés, permitiendo regular antes de que sea demasiado tarde.

    4️⃣ Cierra el día con un estiramiento consciente.

    Antes de dormir, dedica 5 minutos a estirarte lentamente, notando cómo se alarga cada músculo.

    Este momento no solo prepara para un descanso más profundo, sino que también simboliza el cierre del día y la transición hacia el descanso.

    5️⃣ Diseña tu primer día de vuelta pensando en tu cuerpo.

    En lugar de sobrecargar la agenda, planifica una reincorporación progresiva:

    incluye pausas reales, una comida sin prisa y, si es posible, evita concentrar reuniones exigentes todas en el mismo día.

    El objetivo no es “recuperar el tiempo perdido”, sino entrar en la nueva etapa con energía sostenible.


    Cómo integrar estas prácticas en tu día a día

    Empezar antes de la vuelta al trabajo es clave. Cuanto más practiques estas rutinas durante el verano, más fácil será mantenerlas cuando la carga laboral aumente. Aquí algunas recomendaciones:

    • Empieza con una sola práctica: mejor hacer una con constancia que intentar cinco y abandonarlas.
    • Asocia las prácticas a algo que ya haces: por ejemplo, el chequeo de tensión justo antes de abrir el correo de la mañana.
    • Comparte la experiencia con tu equipo: si otros lo practican contigo, será más fácil integrarlo en la cultura del lugar de trabajo.
    • Sé flexible: algunos días tendrás más tiempo y otros menos. Lo importante es mantener la conexión, aunque sea por segundos.

    Cuidar también es estrategia

    La reincorporación laboral no tiene por qué sentirse como un salto brusco entre dos mundos.

    Con pequeñas acciones, podemos hacer que el cuerpo nos acompañe —en lugar de resistirse— en la transición.

    Recordemos que el cuidado no es una recompensa después del esfuerzo, sino una parte esencial del proceso.

    Y que una organización más saludable empieza por personas que saben cómo escucharse, regularse y sostenerse.

    🌿 Porque la sostenibilidad social empieza en lo cotidiano, y el trabajo también puede ser un lugar que nos enraíce en vez de desarraigarnos.


    ¿Quieres más ideas para integrar el cuidado en tu vida laboral?

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    Por Nerea Liarte

    🎓 Psicóloga | Comunicación en Sostenibilidad & ESG

    🌐 Creadora de “Cuidar también es estrategia

  • Una nueva etapa: más estrategia, más cuidado, más yo

    Una nueva etapa: más estrategia, más cuidado, más yo

    Algo ha cambiado.

    En mí, en este blog y en lo que quiero construir con él.

    Agosto no suele ser el mes en el que se anuncian comienzos, pero a veces el cuerpo pide hacer las cosas a su manera. Y yo he aprendido a escuchar.

    El blog como brújula

    Empecé este espacio como un híbrido entre experiencia personal, reflexión profesional y mirada crítica al mundo laboral. Sin pretensiones, pero con propósito.

    Mes tras mes, publicación tras publicación, se ha ido revelando algo más claro: este blog no es solo un cuaderno de ruta, también es el corazón de mi proyecto profesional.

    Cambio de imagen, cambio de etapa

    Hoy Cuidar también es estrategia se presenta con una nueva estética: azul oscuro metalizado y blanco perlado.

    No es solo un cambio visual. Es una decisión consciente de mostrarme con más profesionalismo, sin perder cercanía ni alma.

    Esta nueva imagen refleja una intención: proyectar mi trabajo con elegancia, rigor y coherencia.

    Porque cuidar también es eso: tratar con respeto la forma en que nos presentamos al mundo.

    ¿Hacia dónde voy?

    En otoño empiezo el Máster en Economía Circular, Sostenibilidad y ESG en la Universidad Europea.

    Con él, cierro una etapa y abro otra enfocada en consolidar mi proyecto: crear herramientas, guías y contenidos para transformar las organizaciones desde el cuidado, la regulación emocional y la sostenibilidad social.

    Me veo generando recursos, divulgando con profundidad y estilo, y acompañando desde el conocimiento encarnado.

    Nuevo ritmo, nuevos canales

    A partir de ahora, Cuidar también es estrategia toma un ritmo editorial estable y vivo. Cada semana:

    • Martes: post nativo en LinkedIn con ideas breves, provocadoras y en conversación
    • Miércoles: nueva entrada en este blog, con desarrollo más extenso y teórico
    • Jueves: newsletter semanal en LinkedIn: Liarte al cambio, una carta íntima y estratégica

    ¿Te vienes?

    Este blog no desaparece, se renueva.

    Seguiré escribiendo aquí, cada miércoles. Pero también puedes acompañarme en LinkedIn y suscribirte a mi newsletter para no perderte nada.

    Gracias por estar al otro lado.

    Gracias por cuidar conmigo.

    Por Nerea Liarte

    🎓 Psicóloga | Comunicación en Sostenibilidad & ESG

    🌐 Creadora de “Cuidar también es estrategia”

  • 🐾 Mi Propuesta ESG para… Iskaypet

    🐾 Mi Propuesta ESG para… Iskaypet

    Bienestar animal, sostenibilidad emocional y cultura con propósito

    Hay marcas que una admira.
    Y hay otras que una sencillamente ama.

    Desde hace tiempo, Iskaypet me inspira profundamente.
    Lo que hacen, cómo lo hacen y desde dónde lo comunican conecta directamente con lo que más me mueve:
    el bienestar de los animales, el cuidado de las personas y la sostenibilidad social con alma.

    Por eso, en este nuevo capítulo de Mi Propuesta ESG para…, no vengo a señalar fallos.
    Vengo a reconocer lo que ya hacen bien y a sumar mi mirada, como psicóloga especializada en sostenibilidad social, trauma y cultura organizacional.

    Una mirada que cree, profundamente, que
    👉 cuidar también es estrategia.


    🌱 Lo que ya están haciendo (y que ojalá muchas replicaran)

    💚 Desde la Fundación Kiwoko hasta sus programas de voluntariado con protectoras,
    Iskaypet tiene una base ética y emocional que va más allá del marketing:

    • Programas reales de adopción y tenencia responsable
    • Formación técnica y emocional para su equipo veterinario y de tienda
    • Campañas de concienciación con un lenguaje cercano, claro y empático
    • Una cultura organizacional premiada por su compromiso con el bienestar (Top Wellbeing Company 2025)

    Todo esto no es postureo. Es coherencia. Y se nota.


    🧠 ¿Y si damos un paso más?

    Inspirada por todo lo que ya existe, aquí van algunas ideas para seguir consolidando un enfoque ESG integral y diferencial.

    🌿 E – Medioambiente

    • Formación en sostenibilidad emocional y ambiental para los equipos.
    • Medición del impacto ecológico de servicios clínicos y venta minorista.
    • Red de proveedores responsables con criterios ESG en producto y packaging.

    💛 S – Social

    • Programas de regulación emocional y autocuidado para el equipo (con base en Teoría Polivagal y enfoque trauma-informed).
    • Acompañamiento en duelo animal tanto para personas clientes como para quienes lo viven desde dentro.
    • Dinámicas sencillas de conexión cuerpo–mente en el entorno laboral.

    📢 G – Gobernanza

    • KPIs emocionales: indicadores de regulación, pertenencia, cohesión y seguridad interna.
    • Espacios participativos entre marcas del grupo (Kiwoko, Tiendanimal, Kivet…).
    • Comunicación interna ética, clara y somática: no solo transmitir, sino sostener.

    🫂 Cuidar a quien cuida

    Trabajar con animales implica entrega emocional.
    Vínculo. Presencia. Escucha constante.
    Y eso, aunque hermoso, puede agotar si no hay espacios para sostenerse.

    💡 ¿Y si formamos a líderes que sepan corregular?
    ¿Y si el liderazgo en bienestar empieza por el cuerpo?

    Una empresa que cuida animales no puede dejar atrás a quienes los cuidan cada día.
    No como recurso humano, sino como personas con historias, sensibilidad y ritmo.


    📖 Contar para transformar

    Iskaypet tiene una cultura interna valiosa, y creo que compartirla puede ser parte de su legado.
    Imagina:

    • Testimonios del equipo sobre lo que significa cuidar en su día a día
    • Voces de personas que adoptan y encuentran una segunda oportunidad
    • Historias que conecten propósito, emoción y sostenibilidad

    🎙 Porque lo que no se cuenta, se pierde. Y lo que se comparte, transforma.


    Porque sí:
    👉 Cuidar también es estrategia.
    Y aquí, ya lo están demostrando con hechos, no solo con palabras.

  • Burnout, estrés y sistema nervioso – Una mirada desde la Teoría Polivagal

    Burnout, estrés y sistema nervioso – Una mirada desde la Teoría Polivagal

    Últimamente hablamos mucho de burnout.
    Pero… ¿y si lo miramos más allá de los síntomas?
    ¿Y si no es solo estrés laboral, sino una desregulación profunda del sistema nervioso?

    La Teoría Polivagal, desarrollada por Stephen Porges, nos ofrece un marco neurobiológico para entender por qué el cuerpo y la mente colapsan cuando el entorno exige más de lo que permite sostener.

    Cuando hablamos de burnout, no hablamos solo de “mucho trabajo”.
    Hablamos de esto:

    🧠 Un sistema simpático hiperactivado: alerta constante, hipervigilancia, exigencia interna.

    🫥 Un sistema vagal dorsal activado crónicamente: sensación de agotamiento extremo, apatía, desconexión.

    Y, lo más importante:
    Un entorno que no activa suficientemente el estado de seguridad y conexión social (vago ventral).


    🌿 ¿Qué podemos hacer desde las organizaciones?

    • Reconocer que el burnout no es un fallo individual, sino una consecuencia estructural.
    • Crear espacios de seguridad fisiológica: ritmos sostenibles, liderazgo que regule, ambientes previsibles.
    • Incorporar prácticas que tonifiquen el sistema nervioso: pausas activas, respiración, movimiento, escucha real.

    🌱 Burnout no es debilidad. Es una señal de que algo estructural necesita cambiar.

    Si queremos organizaciones sostenibles, necesitamos cuerpos que no estén sobreviviendo.
    Necesitamos conectar de nuevo con esa pregunta tan básica como radical:

    👉 ¿Estamos bien?


    💬 Puedes dejarme tus impresiones sobre esta entrada directamente en LinkedIn. Me encantará leerte.

  • ¿Cuidamos o contenemos? Liderazgo, trauma y regulación en el trabajo

    ¿Cuidamos o contenemos? Liderazgo, trauma y regulación en el trabajo

    En los últimos años he explorado con más profundidad las conexiones entre el liderazgo, el trauma y la sostenibilidad social. Una pregunta que vuelve constantemente es:

    ¿Estamos cuidando a las personas en el trabajo o simplemente conteniéndolas para que no exploten?

    El lenguaje del bienestar está cada vez más presente en empresas e instituciones, pero ¿qué pasa cuando ese cuidado es solo estético? ¿Qué ocurre cuando se “acompaña” sin comprender lo que desregula?

    💥 Contener sin comprender desregula.

    Desde la mirada de la Teoría Polivagal, el liderazgo no se ejerce solo con palabras o procedimientos, sino desde un sistema nervioso regulado que es capaz de ofrecer seguridad y conexión. Liderar es también sostener: emocional, fisiológica y relacionalmente.

    Cuando las organizaciones no reconocen los efectos del trauma –ni los suyos propios como sistemas que a veces lo reproducen–, el cuidado se convierte en control. Y el acompañamiento, en vigilancia suave.

    🌱 ¿Cómo podemos transformar esa contención en cuidado genuino?

    • Escuchando lo que está más allá del comportamiento: las señales del cuerpo.
    • Dando espacio a la regulación, no solo a la productividad.
    • Formando líderes que sepan corregular, no solo motivar.

    Cuidar de verdad implica asumir que la seguridad no se decreta, se construye en lo cotidiano.
    Porque cuidar también es estrategia.

    👉 ¿Te ha resonado alguna de estas ideas?
    Me encantará leerte en LinkedIn y seguir conversando por allí.

  • 🧠 ¿Qué puede aprender el mundo laboral de la Teoría Polivagal?

    🧠 ¿Qué puede aprender el mundo laboral de la Teoría Polivagal?

    Este verano he decidido revisitar una de las teorías que más ha influido en mi forma de mirar la sostenibilidad social y el bienestar laboral: la Teoría Polivagal.

    Aunque solemos pensar en el trauma como algo del pasado o del ámbito clínico, lo cierto es que muchos entornos laborales y sociales operan de forma que desregulan constantemente el sistema nervioso de las personas. A veces sin quererlo. A veces sin saberlo.

    La Teoría Polivagal, desarrollada por Stephen Porges, nos da un marco neurobiológico para comprender cómo la seguridad, la conexión y la regulación emocional no son “extras”, sino condiciones fisiológicas básicas para el funcionamiento humano óptimo.

    En esta pequeña píldora de conocimiento, comparto tres ideas clave que creo que las organizaciones deberían empezar a integrar:


    🧠 1. La seguridad no es solo psicológica, es fisiológica.

    El sistema nervioso autónomo evalúa constantemente el entorno en busca de señales de amenaza o seguridad (a esto lo llamamos neurocepción). Esto ocurre de forma inconsciente.
    Si un entorno laboral es caótico, frío o impredecible, puede activarse la respuesta de lucha, huida o congelación… aunque la persona no diga nada.
    Sentirse seguro no es una percepción subjetiva: es una respuesta biológica.


    🫂 2. La co-regulación es una responsabilidad compartida.

    En contextos laborales, no basta con pedir “autocuidado”.
    Los equipos necesitan relaciones seguras, comunicación clara y líderes que sepan sostener y contener.
    Esto ayuda a que las personas pasen del estado simpático (estrés) al vago ventral (conexión), donde hay posibilidad real de cooperación y aprendizaje.


    🧘‍♀️ 3. Un sistema nervioso regulado permite la creatividad, el aprendizaje y la colaboración.

    No se trata de romanticismo. Es neurociencia aplicada.
    Un entorno que regula es más productivo porque permite que el cerebro acceda a recursos de orden superior: planificación, empatía, innovación.
    Es decir, cuidar el sistema nervioso también es una estrategia de rendimiento sostenible.


    🌱 Cuidar también es estrategia.

    Si queremos construir entornos laborales sostenibles de verdad, necesitamos dejar de pensar en las personas como recursos y empezar a pensarlas como sistemas vivos que responden al entorno.

    ¿Te habías planteado alguna vez el impacto del sistema nervioso en el trabajo?

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    Estoy siempre abierta a intercambiar ideas, experiencias o propuestas.